Estos son los signos y síntomas del insomnio, más allá de la dificultad para conciliar el sueño
El insomnio presenta varios síntomas que deben tomarse en cuenta para evitar problemas a largo plazo
El insomnio es un trastorno del sueño que se da con frecuencia en las personas y se distingue por problemas para conciliar el sueño, para mantenerse dormido o para lograr tener un sueño profundo y renovador. Puede incluso presentarse teniendo el tiempo y el entorno correcto para dormir bien.
Este problema puede interferir con las actividades diarias y hacer que la persona que lo padece sienta somnolencia en el transcurso del día, explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Cuanto es de corto tiempo, el insomnio puede ser causado por el estrés, por cambios de horarios o por el entorno, este puede durar unos días o semanas.
Por su parte, si es crónico a largo a plazo, puede repetirse 3 o más noches a la semana y durar más de tres meses. Este tipo de insomnio incrementa el riesgo de sufrir de hipertensión, cardiopatía isquémica, diabetes y cáncer.
Síntomas del insomnio más allá de las dificultades para conciliar el sueño
Entre los principales síntomas de insomnio que puede mostrar una persona, el portal Health destaca los siguientes:
- Quedarse dormido: la gran parte de las personas que no tienen insomnio suelen quedarse dormidas entre los 10 y los 20 minutos después de acostarse. En cambio, quienes sufren de insomnio pueden tardar al menos 30 minutos más.
- Mantenerse dormido: quienes están atravesando estas circunstancias pueden despertarse y volver a dormirse varias veces durante la noche. Aunque también pueden dormir algunas horas y después no poder volver adormir.
- Despertarse temprano: si se experimenta el insomnio, las personas pueden despertarse temprano, lo que significa que se despiertan al menos 30 minutos antes de lo deseado.
¿Qué pasa al día siguiente después de una noche sin dormir bien?
- Somnolencia o fatiga.
- Dificultad para concentrarse o prestar atención.
- Menor rendimiento en las actividades diarias.
- Cambios de humor, como irritabilidad o ansiedad.
- Falta de motivación o energía.
- Cometer más errores.
- Tener más accidentes.
- Hiperactividad o impulsividad.
- Preocupación constante por el sueño.
- Complicaciones del insomnio a largo plazo.
Fuente: El Universo – La Revista / Imagen: Cortesía.
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