HumVenezuela: 40 mil habitantes de la Gran Valencia y Puerto Cabello sufren agudos problemas de subsistencia
En su informe, la plataforma de compilación de datos de la crisis humanitaria venezolana también analiza las condiciones que originaron la emergencia compleja del país, y concluye que éstas siguen sin resolverse, por lo que la merma de las capacidades ciudadanas ha seguido profundizándose
En el estado Carabobo, unos 40 mil habitantes de diversas comunidades urbanas de los municipios Puerto Cabello, Valencia y Los Guayos presentan problemas agudos de subsistencia, como resultado de bajos salarios y pensiones que impiden cubrir sus necesidades básicas de alimentación.
De hecho, muchas familias se ven obligadas a pedir comida o dinero en calidad de préstamo para poder enfrentar las necesidades calóricas y los gastos mensuales.
Además, el programa gubernamental CLAP –Comités Locales de Abastecimiento y Producción- no constituye una alternativa fiable, por cuanto aparece cada cuatro meses o se retrasa más tiempo. Todos esos escenarios llevan a las familias a reducir, con frecuencia, las porciones de comida o las veces que comen al día.
Mientras tanto, las escuelas no reciben el Programa de Alimentación Escolar con los productos necesarios para una nutrición balanceada. «Las pocas veces que llega son carbohidratos como arroz y pasta. Muy contadas veces se ofrece algún tipo de leguminosas. Nunca llegan acompañados de proteína animal, verduras, hortalizas y frutas, alimentos que son muy necesarios para la nutrición de niños, niñas y adolescentes». Esta situación también contribuye a impulsar el ausentismo y la deserción escolar.
Estos son los hechos que se desprenden del más reciente informe de la plataforma de información de la crisis HumVenezuela, basada en datos cotejados entre noviembre de 2022 y junio de 2023 en los 22 estados del país y, en el caso de Carabobo, en tres municipios, dos de los cuales comprenden la llamada Gran Valencia, y uno, el Eje Costero de la entidad.
Pésimos servicios públicos
El documento también destaca la grave situación de los servicios públicos carabobeños: Aunque casi todas las viviendas están conectadas a los sistemas de agua, electricidad y transporte, y existen escuelas y centros de salud, todos estos servicios presentan severas deficiencias o ya no funcionan.
“El suministro de agua potable es intermitente. Llega cada 15 días. Las familias deben comprar botellones de agua o cargarla desde lugares lejanos. Los cortes eléctricos se producen tres o más veces a la semana y se prolongan por horas».
Por otro lado, las constantes interrupciones eléctricas dañan los alimentos y equipos electrodomésticos, afectando más los bajos presupuestos. La falta de electricidad genera que los espacios entre comidas se alarguen. Las bombonas de gas doméstico se reciben cada cuatro meses. Sólo una empresa del Estado ofrece el llenado de bombonas”, esboza la investigación.
La emergencia humanitaria, lejos de resolverse
En su informe, la plataforma HumVenezuela también analiza las condiciones que originaron la emergencia humanitaria compleja en Venezuela y concluye que éstas siguen sin resolverse, por lo que la merma de las capacidades ha seguido profundizándose, generando brechas de privación social de gran tamaño muy difíciles de superar para la mayoría de la población.
De hecho cuantificó en 70% el colapso de las capacidades a lo largo de los últimos nueve años, de los que al menos siete han ocasionado un impacto más devastador entre la población, palpable a través del desvanecimiento de los sistemas de seguridad, bienestar y desarrollo que alguna vez lograron diversas generaciones de venezolanos, durante décadas.
La profundización de la crisis fue haciendo crecer brechas de privación social de gran tamaño y duración, asociadas a la ausencia de Estado, “que en el presente forman un círculo de privaciones sobrepuestas, insuperable para las personas, en el que predominan situaciones de inseguridad humana por dinámicas de control por recursos escasos, un estado generalizado de desamparo ante la denegación, restricción e inequidad en el goce y ejercicio de derechos, amplias desigualdades y el asedio de múltiples amenazas”.
El documento de HumVenezuela también busca presentar las proporciones del colapso en distintos ámbitos de necesidades vitales de la población y mostrar sus consecuencias en la emergencia humanitaria y las brechas de privación social, vistas desde una perspectiva comunitaria, mediante evaluaciones cualitativas y testimoniales que realizaron organizaciones congregadas en la plataforma en 87 comunidades de 20 estados del país.
Fuente: El Carabobeño con información de HumVenezuela / Imagen: Cortesía.
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