Estos son los primeros cinco síntomas del colesterol alto antes de que se presenten las peligrosas complicaciones
El colesterol debe estar por debajo de los 200 mg/dl. Es una patología silenciosa que no muestra síntomas hasta que llegan las complicaciones
El colesterol alto es una patología que muy rara vez muestra síntomas, ya que es silenciosa, se genera lentamente y que se muestra una vez que llegan las complicaciones.
El portal Mejor con Salud señala que este lípido es fundamental para el funcionamiento del organismo, ya que forma parte de la estructura de las células que recorren todo el cuerpo, tiene una función especial en los procesos metabólicos; también es fuente de energía para el cuerpo.
MedlinePlus afirma que lo ideal es que los niveles de colesterol se encuentren por debajo de los 200 mg/dl. Cuando está por encima de los niveles deseados, este se puede acumular en las paredes de las arterias y formar placas que pueden obstruir el flujo sanguíneo, es por ello que se asocia a un riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Síntomas del colesterol alto que alertan complicaciones
1. Adormecimiento de las extremidades: cuando los niveles de colesterol están altos, se tapan las arterias que llevan la sangre a las manos y los pies y al interrumpirse el flujo sanguíneo normal, llegarán los hormigueos, las parestesias, paresias y el adormecimiento en los miembros, debido a que los tejidos no reciban el oxígeno y nutrientes necesarios.
2. Mal aliento: cuando el colesterol se acumula excesivamente en el cuerpo, la digestión se dificulta, esto trae como consecuencia sequedad en la boca y halitosis, explica La Voz.
3. Mareos y pérdida del equilibrio: cuando ya está avanzada la acumulación de colesterol malo en las arterias, la persona puede perder el equilibrio y la coordinación, también sentir mareos, confusión, visión borrosa y ver su rostro asimétrico, en este punto se está ante un posible accidente cerebrovascular, alerta el portal Vivolabs.
4. Dificultad para respirar: otra señal de una complicación mayor es la imposibilidad de respirar, la fatiga excesiva, mareos, náuseas, indigestión y sensación de ardor en el pecho, esto puede ser indicio de un ataque cardíaco.
5. Dolor en el pecho: cuando duele el pecho, se tienen náuseas, fatiga extrema, falta de aire, entumecimiento de extremidades y dolor en el pecho, en el cuello, en la mandíbula o en la región abdominal superior, puede ser una enfermedad coronaria.
Fuente: El Universo – la Revista / Imagen: Cortesía.
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