Producción de papa, cebolla, pimentón y tomate cayó en casi un millón

Comer completo en Venezuela es cada vez más difícil. Los alimentos son cada vez más caros, escasos y difíciles de transportar, con menor disponibilidad de presentaciones y lugares para comprarlos. Muchas veces hay que pagar en efectivo o hacer una larga cola para pagar por el punto de venta. A esto se le suma la reducida importación de semillas, fertilizantes y otros insumos agrícolas, que han desplomado la producción de los cultivos, desapareciendo el autoabastecimiento y la exportación de hace dos décadas, como ha presentado Fedeagro en su informe de 2017.

La caída ha sido generalizada. Un millón 673 mil 260 hectáreas estaban sembradas con caraota, frijol, quinchoncho, arroz, maíz, sorgo, arveja, caña de azúcar, cacao, café y tabaco en 2008 y se dejaron de sembrar 507 mil 658 hectáreas para 2014, según lo difundido en las Memorias del Ministerio de Agricultura y Tierras. El rubro que más sufrió fue la caraota que perdió el 78% de sus plantaciones, seguido de la arveja (72%) y el sorgo (63%). El café y el arroz perdieron 10% de las áreas de cultivo.

Al inicio del Gobierno de Nicolás Maduro, el Instituto Nacional de Tierras (Inti) reafirmó la política de “combate al latifundio” que nació en 2001 con la nueva Ley de Tierras, esto a pesar de admitir que no todas las tierras intervenidas “estaban totalmente productivas”, como señaló entonces el ministro Elías Jaua. Se calcula que 3,6 millones de hectáreas fueron entregadas a campesinos desde la creación del nuevo marco legal.

Esto afectó especialmente a los cultivos de caña de azúcar. Durante 2009 fueron intervenidas 11 plantaciones de Aragua y Carabobo y 70 pequeñas propiedades de Lara para ser sustituidas por caraotas. Se usó la carta del daño ecológico por los pasivos ambientales que producen los restos de este rubro. Además de aumentar el nivel del Lago de Valencia, como ha estudiado el ingeniero Germán Benedetti por el alto consumo de agua de la caña, estas acciones también dañaron la economía. Solo en 2014 cerraron 20 fábricas de caramelos en Venezuela por la escasez de azúcar, según reveló el gremio que las agrupa.

Para la zafra de 2006-2007 la producción de caña de azúcar había alcanzado su tope histórico, pero entonces los productores ya le pedían al ministro Jaua un subsidio por los altos costos de los insumos y exoneración del pago del IVA mientras advertían la falta de centrales azucareros para procesar las cosechas. Esto no fue escuchado, y a inicios del 2016, más de 60 mil toneladas corrían peligro en Carabobo por la falta de esta infraestructura, casi toda en manos estatales.

La expropiación de Agroisleña coincidió con un rápido desplome de la superficie cultivada: 328 mil hectáreas menos en el período 2011-2014 después que en Octubre de 2010 el presidente Chávez anunció que a la empresa “se le había acabado el tiempo”.


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