5 consejos para el buen uso de lentes de contacto

Prioriza la salud de tus ojos siguiendo las instrucciones de los médicos

Los lentes de contacto son herramientas útiles para mejorar la visión y corregir los defectos refractivos. Actúan como una alternativa a los lentes de marco, pues se colocan directamente sobre la película lagrimal que cubre la córnea, la parte externa del ojo.

Hay personas que los prefieren porque son menos notorios, no tienen el mismo riesgo que los lentes de marco a romperse, y pueden tener fines estéticos.

Sin embargo, los lentes de contacto igual necesitan cuidado y buen uso para que sean duraderos y no afecten a los ojos. Lee a continuación 5 consejos para darle un buen uso a tus lentes de contacto.

Acude a una revisión médica

Colocarte lentes de contacto sin instrucción médica puede lastimar severamente tus ojos y afectar tu visión.

Si crees que necesitas lentes de contacto, acude a una revisión médica para que un profesional valore tu caso. Dependiendo de tu diagnóstico, el optometrista puede recomendar diferentes tipos de lentes, con diferentes medidas.

Mantén tus lentes de contacto limpios

La higiene es muy importante al manipular tus lentes de contacto. Según el Dr. Alejandro Lalama, Jefe de Optometría de Óptica los Andes, tener las manos limpias antes de tocar los lentes de contacto es esencial para evitar infecciones e irritaciones en los ojos.

Además, deberías lavar tus lentes antes y después de cada uso, con una solución recomendada por el optometrista. Si por un momento no vas a utilizar los lentes, asegúrate de guardarlos en un estuche especial que también se mantenga limpio.

Respeta el tiempo de uso

No todos los lentes de contacto están diseñados para ser usados todo el día, todos los días. Algunos solo duran un par de semanas o un par de meses antes de empezar a desgastarse.

El especialista ocular debe indicar cuál es el tiempo de uso de un par de lentes, y el paciente debe respetar ese tiempo.

No duermas con los lentes de contacto puestos

La mayoría de lentes de contacto no están diseñados para dormir con ellos, y tampoco es beneficioso para tus ojos, pues necesitan el flujo de oxígeno para mantenerse sanos.

A menos que tu oprometrista te haya recomendado específicamente unos lentes para dormir, quítate los tuyos antes de acostarte.

Aleja a tus lentes del agua

Cuando te vayas a bañar, a lavar la cara o a nadar, quítate los lentes de contacto. El agua puede contener microorganismos que no deberían entrar en contacto con tus lentes.

Como alternativa, existen lentes desechables que puedes usar para el agua, o gafas de natación totalmente selladas que impidan el paso del agua.

Recuerda, antes de elegir una de estas opciones, consulta a tu médico sobre qué es lo mejor para ti.

Fuente: El Universo – La Revista / Imagen: Cortesía.

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